+ El candidato al Tribunal de Disciplina Judicial propone una justicia sensible, transparente y con vigilancia ciudadana
Con voz crítica, mirada firme y una propuesta que apunta a la médula del sistema judicial, el jurista José Artemio Zúñiga Mendoza se presentó en el auditorio principal de la Benemérita Universidad de Oaxaca (BUO) para impartir la conferencia “Los retos de la justicia en México”, ante estudiantes, catedráticos y operadores del derecho.
El mensaje fue claro: el país no necesita una reforma cosmética, sino una reconstrucción institucional desde sus cimientos.
Zúñiga Mendoza, con más de dos décadas de trayectoria judicial y una carrera que va desde oficial judicial hasta juez federal especializado, sostuvo que la justicia en México ha perdido legitimidad ante la sociedad, producto de un modelo cerrado, vertical y desconectado de las realidades sociales.
“Los jueces no pueden seguir hablando solo por sus sentencias; deben rendir cuentas y abrir las puertas de la justicia a la gente”, afirmó.
Una nueva arquitectura judicial
La charla se inscribió en un momento clave: la inminente entrada en vigor del nuevo modelo judicial impulsado por la reforma constitucional de 2024. Zúñiga, quien aspira a integrar el Tribunal de Disciplina Judicial, aseguró que el nuevo órgano será “el gran vigilante de la conducta de jueces y magistrados”, pero también un respaldo institucional para quienes actúan con honestidad y profesionalismo.
“Esta es la oportunidad para devolverle a la ciudadanía el control sobre la justicia. El primero de junio se podrá decidir quién nos juzga. No es poca cosa: es decidir quién protege nuestros derechos, bienes y libertades”, advirtió el jurista, apelando a la conciencia crítica del electorado.
Justicia sensible y digital
Desde Oaxaca —estado pluricultural por excelencia—, Zúñiga insistió en la necesidad de una justicia sensible a las cosmovisiones regionales, que reconozca las particularidades culturales y no imponga criterios homogéneos desde el centro del país. “No podemos seguir administrando justicia con una venda en los ojos ante la diversidad de México”, señaló.
En el mismo tono, propuso dejar atrás la “cultura del papel” e ingresar de lleno a la era digital judicial: videollamadas con jueces, acceso electrónico a expedientes y trámites inmediatos vía celular. “La justicia no puede estar a siete horas de camino para un indígena zapoteco. Eso no es justicia, es exclusión”, expresó.
Certificaciones, disciplina y un nuevo ombudsperson
En su propuesta destaca la creación de un sistema de certificación judicial con estándares ISO 9000, aplicable tanto a juzgados como a personal, lo cual permitiría medir eficiencia, trato digno y tiempos de resolución. Cada juzgado, según su desempeño, obtendría una certificación de calidad accesible para el ciudadano.
El Tribunal de Disciplina Judicial —dijo— será también una instancia correctiva, no punitiva, que identifique fallas técnicas, disponga capacitación obligatoria y, en casos graves, permita la remoción de funcionarios judiciales. Además, planteó incorporar la figura de un ombudsperson judicial, defensor interno de los derechos humanos dentro del propio Poder Judicial.
“La justicia ya no puede ser un privilegio ni un mito”
Durante el conversatorio posterior, estudiantes y abogados expresaron preocupaciones reales: ¿Cómo garantizar la idoneidad de los nuevos jueces? ¿Quién vigilará que la reforma no se convierta en un caos administrativo? ¿Qué ocurrirá con los litigios eternos y las sentencias estériles?
Zúñiga no evadió. Admitió los riesgos del cambio, pero defendió su necesidad: “El Poder Judicial se negó a reformarse. Se volvió burocrático, elitista, lejano. Hoy, la oportunidad es histórica. O transformamos la justicia, o perpetuamos la simulación”.
Un jurista que renunció a sus privilegios
Cabe destacar que el exjuez federal no solo habla desde la teoría. Renunció a su cargo —y con ello, a un retiro asegurado— para contender por una magistratura que no promete privilegios, sino responsabilidad. “Decidí quemar las naves, porque sí creo que otra justicia es posible”, dijo ante el aplauso de los asistentes.
Concluyó exhortando a los presentes a ejercer un voto informado el próximo primero de junio, especialmente en la boleta correspondiente al Tribunal de Disciplina Judicial. “No solo se trata de elegir un nombre, sino de iniciar un nuevo capítulo para el país”, concluyó.
Reportero: Misael Sánchez
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