La nueva gobernanza de Salomón Jara #PresupuestoInformativo de @misaelsanchezmx

Misael Sánchez

Al asumir la gubernatura estatal, el Ing. Salomón Jara destacó el gran reto de su gobierno: estar «a la altura de la exigencia de cambio expresada en las urnas por el pueblo de Oaxaca».
Y no solamente del Poder ejecutivo sino los distintos poderes que, con su equipo de gobierno, se preparan para honrar la esperanza y las expectativas de la ciudadanía.
Este 1 de diciembre de 2022, al rendir protesta como Gobernador Constitucional del Estado de Oaxaca, también se sumó a una generación de titulares del Poder Ejecutivo que durante años han participado en un relevo institucional, sin renuncias de mandatarios, como ocurría en el pasado.
Sus propuestas en materia de austeridad, participación ciudadana, transparencia, paridad de género, derechos humanos, democratización y fortalecimiento del Poder Judicial, inteligencia patrimonial y justicia social, trazan las primeras líneas de lo que será una nueva administración.
Con su premisa de «que nadie se quede atrás y que nadie se quede afuera» inicia una gestión austera e incluyente que seguramente remontará en breve la curva de aprendizaje que empantanó anteriores gobiernos.
Cuando habla de «la regeneración de la vida pública» el nuevo titular del Poder Ejecutivo se desmarca de continuismo y también del sistema que de manera tradicional operó la maquinaria desde el gobierno estatal, para marcar la pauta de lo que será la nueva gobernanza oaxaqueña.
Salomón Jara destacó que su gobierno «será aliado y defensor de un pueblo que tiene una larga tradición de lucha y organización popular», algo que no puede soslayarse en una entidad con una población que demanda no solamente justicia social, sino también que se le trate con dignidad y respeto.
Asumir el reto de gobernar Oaxaca, con el compromiso de «dialogar con todos los actores sociales» en bien de la entidad, es fundamental para que su gestión sea ejemplar, distinta a las demás.
No tiene desperdicio la propuesta para iniciar un proceso de cambio estructural en el ámbito gubernamental.
Y es que la exigencia de combate a la desigualdad y la corrupción es una demanda que se ha prorrogado una y otra vez, ofreciendo al pueblo sólo pequeñas muestras de algo que no es combate a la corrupción.
Así, a partir de esta nueva administración, los oaxaqueños inician una nueva etapa de la vida política local, con una nueva gobernanza, sustentada en un sistema social comunitario, con reformas legislativas que actualizarán no solamente el andamiaje institucional, sino también la forma de gobernar, al lado de los pueblos y comunidades originarias, donde la gobernabilidad, la paz con justicia social y el desarrollo económico, es de esperarse, garantizarán el bienestar de los oaxaqueños.

error: Content is protected !!