Oaxaca. Oax.- En el estado de Oaxaca, se acostumbra a quemar un muñeco de trapo que se utiliza para desechar de manera simbólica las aflicciones del año que terminaba.
En estos días, no es raro ver a superhéroes o expresidentes en llamas.
Las familias elaboran muñecos hecho de trapos, periódico o pedazos de madera y ataviado con ropa vieja que es quemado el Año Nuevo para desechar simbólicamente el año pasado y darle la bienvenida al nuevo.
En la ciudad capital, se puede observar desde ahora estos muñecos en las azoteas de algunas viviendas.
Hay quienes los colocan en la entrada de sus negocios, hogares y oficinas privadas para que algunas personas les tomen fotografías.
Los familiares se ponen de acuerdo sobre la ropa vieja que les gustaría ponerle al año viejo; algunos llevan un par de pantalones usados, un primo, una camisa vieja, y tal vez alguien tenga un sombrero.
Hay familias que hasta preparan concursos para ver quien elevará el muñeco más simpático.
Cabe señalar que la quema de años viejos comenzó en Ecuador y, como muchas tradiciones en América Latina que se conservan hoy, es producto del mestizaje, la mezcla racial y cultural entre los españoles y los pueblos indígenas.
El concepto de años viejos viene de la influencia europea.
Oaxaqueños elaboran “muñecos”, para quemar en la noche de Año Nuevo
