Los niños Xavier James López y Annabell Guadalupe Rodríguez, que formaban parte de los 19 niños asesinados en la masacre de Uvalde (Texas), serán enterrados el uno junto al otro esta semana, según ha informado ABC News. En esta nueva masacre en Estados Unidos del 24 de mayo también murieron dos profesoras después de que Salvador Ramos, un joven de 18 años, entrara fuertemente armado a la escuela de primaria y la emprendiera a tiros indiscriminadamente.
Ambos serán enterrados esta semana en el cementerio de Hillcrest en Uvalde, Texas. Felicha Martínez, la madre de Xavier, y Mónica Gallegos, de Annabel, tomaron la decisión de enterrar a sus hijos de 10 años uno al lado del otro.
Aunque sólo eran un par de pequeños de diez años, la historia de amor de Xavier y Annabell se convirtió en algo más que pasar notas e intercambiar sonrisas en clase.
Mónica Gallegos se enteró por primera vez de los sentimientos de su hija cuando llegó a casa el primer día de clase y le habló de un chico que vestía y olía «muy bien».
La madre de Annabell y la madre de Xavier estaban al tanto de que se intercambiaban cariñosos mensajes de texto a la hora de irse a dormir.
«Felicha y yo nos reíamos, en plan: «¿Cómo sabéis lo que es el amor?»». dijo Mónica Gallegos a ABC News.
La pequeña Annabell, como señal de su amor por Xavier, llevaba su foto colgada alrededor del cuello. Fue un regalo de él.
Mónica Gallegos devastada por su muerte, asegura que «no está preparada» para afrontar la vida sin su pequeña hija.
Mónica y Felicha les contaban divertidas a sus hijos que ya jugaban juntos mucho antes de ir a la escuela donde encontraron su trágico final, ya que sus abuelas, que vivían cerca, los sacaban a jugar al aire libre cerca de sus casas.
«Ella estaba muy enamorada de él», explica Mónica Gallegos.
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